13 may 2011

Borrando y Repasando...


He decidido comenzar desde cero, he borrado los pocos artículos que tenía y que, hoy en día, me parecen carentes de sentido, no es que me haya arrependido, no... Simplemente mis circunstancias han dado un vuelco y necesito hacer inventario.

Este blog es continuación de uno que desde el 2004 abrí en Blogia, y que por motivos ajenos a mi voluntad, de la noche a la mañana me fué imposible acceder para seguir publicando, en ese Blog se narraban mis aventuras de eso que llamé "mi paréntesis de luz" aludiendo al momento en que dejé mi país natal (México) para lanzarme a la aventura de recorrer el mundo y forjarme un nuevo destino. Así pues, las antigüas Andanzas de Lu, narran la historia de una joven en busca de sí misma, en busca de un mundo por descubrir sin miedos ni ataduras; tenía apenas 28 años y emprendí un viaje sin retorno, aunque en ese entonces yo no lo sabía... era demasiado joven, demasiado inocente y -si- demasiado ilusa.

En el correr de los años y de los post fuí dejando cuenta de una extraña madurez, afincada en Barcelona pude ver lo que mis ojos tanto ansiaban, y una vez que recalé en la Argentina mi corazón encontró eso que tanto buscaba. Viajé, me casé y luché con todas mis fuerzas para abrirme paso en ese nuevo país y es -justamente donde mi otro Blog se corta- el momento en que conquisté mis afanadas hazañas. Resumiendo el 2010 de cosecha: Llegó mi DNI, me afiancé en la docencia y en la escuela pública, mi Taller de Lectura iba viento en popa, realicé mi Especialización, junto a mi marido nos mudamos a un hogar mejor, viajamos, la plata no faltó y el 2011 se veía como una gran promesa... Fué un gran año sin duda, el mejor de mi adultez, entablé amistades entrañables, desenmarañé mi cabeza y la de otros tantos, me situé en un maravilloso estadío de mujer. Por primera vez pude mirarme al espejo y hacer las paces, mi cuerpo y mi cabeza habían conseguido un equilibrio, caminaba por la vida con nuevos bríos, pensando -ilusa nuevamente- que podía con todo y con todos ¡no había nada que no pudiera hacer, ya lo había demostrado! Orgullosa de mí y con un sesgo de superioridad avanzaba por el mundo. Era entonces la mujer que forjé a fuerza de golpes y alegrías.

Sin embargo, la vida no espera y tarde o temprano te alcanza, sobre mi "feliz pareja" pendía una espada que tarde o temprano estaba a punto de caer. Mi marido estaba enfermo, eso ya lo sabíamos, y a pesar de las promesas nunca faltó la sentencia de lo que estaba por venir, los afanes del ahorro doméstico, la desesperada búsqueda por pertenecer, por lograr, legalizar.. ¡no había tiempo qué perder! Hepatitis C es el virus que hace años se instaló en la sangre de mi esposo, una enfermedad silenciosa que de no ser detectada y tratada a tiempo, viene a complicar cualquier cancha; la nuestra se complicó y hoy -hace cinco meses- tuvimos que mudarnos con urgencia de ciudad, dejando la apacible Villa Mercedes (SL) para vivir en capital (y yo que juré jamás volver a vivir en una gran ciudad!), en Buenos Aires esperamos un donante, esperamos -con todo el universo que dejamos atrás- un trasplante hepático, vivimos la espera de "la lista de espera" y los días no alcanzan y las alegrías son otras y las lágrimas son de otro calibre.

"Codo a codo somos mucho más que dos", Benedetti en la luz y también cuando parece difuminarse, ávida de historias y colmada de sueños signé mi pasado, lo que otrora fueran libros y música, hoy son pasillos blancos, con hombres y mujeres de batas blancas, trámites interminables, corazones sobresaltados y extraordinarios seres que decidieron acompañarnos; abandoné mi larga melena y lo que un tiempo fué pasión y rebeldía ahora se ha convertido en una mano que nunca suelta a la otra cuando falla la esperanza ("¡no me sueltes, no te suelto!"). Así pues, este nuevo Blog promete ser lacrimógeno, pesado e iracundo, salpicado -supongo- de la perene alegría que mi marido siempre me ha reprochado (¡!).

Son millones las emociones que habitan en mí cada día, necesito un lugar, un refugio y escondite. Necesito contar mis pasos por este nuevo camino, con la plena convicción de ser una favorita de la vida, y que este trance sólo es un momento que -si, estoy segura- también pasará...

Lu*

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