20 jul 2011

Amiga...


Tu repentina caída me resultó un balde de agua helada, literalmente me paralicé, si, si, mi cuerpo también pasó factura como el tuyo... ya ves lo que dicen: "hay que aprender a escucharlo", y aunque fué de súbito, yo ya lo veía venir, yo y algunos otros que también te quieren...

Me dueles, me doliste y te clavaste ¡por favor no te quiero volver a ver así! Es demasiado lo que has hecho por mí, y tienes que recuperarte... Extraño llamarte a diario, extraño regañarte y que me regañes, extraño profundamente tus sabias palabras que inspiran sin necesidad de dar semones.

Vamos nena! Aún tienes mucho que joder por aquí... y a ver si de una vez por todas empiezas a mirarte como lo que eres: Una Mujer Perfecta. Tu cuerpo te ha parado para que pudieras parar la cabeza, esa que he aprendido es tu peor enemiga, sólo mírate al espejo y mírate completa.

Queda mucho camino por delante y en tus manos está, princesa, dejar de buscar los fantasmas que atormentan, no hace falta, no a tí... tienes demasiada luz ¡basta de procurar las sombras! Mis palabras estarán esperándote cuando vuelvas, mientras tanto ¡Vamos Ali, vamos, salgamos de ésta!

Lu*

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