Finalmente el miércoles pude dar por cerrado un nuevo capítulo en el apartado "trámites engorrosos", finalmente el miércoles -mediante buenos amigos- y tras una Carta Documento, cientos de llamados, mails, faxes y un correo postal, los pepeles para justificar mi ausencia en el trabajo estuvieron presentes ante la famosa Junta Médica, ahora a esperar... esperar qué resuelven y cómo sigue, cuántos días me dan y cuánto tiempo demorará para que tome cartas en el asunto Recursos Humanos. Aparentemente "no habrá problema", pues la gente de recursos humanos está muy al pendiente de mi caso, parece que somos el único caso en la administración pública de la provincia y mentiría si dijera que esa administración ha faltado en algo, honestamente no, tanto quien está a cargo de los docentes y mi propia directora han intentado en todo momento facilitarme las cosas. Una buena!
Pasadas las corridas, tuve que "volver" a ocuparme de mi muchacho, quien, encerrado en sí mismo y sus propias necesidades, hizo caso omiso de los motivos y me pasó factura por el abandono... Tornose berrinchudo, egoísta, clamador de boludeces que no podían esperar, antojadizo y pueril, más demandante que de costumbre, hasta que por fin la tarde-noche del miércoles pude sentarme con él en el sillón, abrazarlo y rascarle la cabeza, repetirle una y otra vez lo mucho que lo quiero y hacerle entender (si es que se puede) que cada uno de mis actos están hechos y pensados solamente para él.
Con el paso de los meses, he aprendido a relajarlo, a leer sus silencios e interpretar sus actos de niño malcriado... A mitigar el abandono de su hermana que hace 4 meses ni siquiera llama, alejar los malos recuerdos de su infancia, permitirle navegar en sus momentos de gloria, recordar a su viejo, a su abuela y a Ricardo... ¿En qué momento me convertí en su madre? No lo sé... sólo sé que le canto canciones que para mí fueron "de cuna", que espanto sus fantasmas mirándolo a los ojos y convierto pesadillas en sueños simplemente con mis manos en su frente.
Tras más de 6 meses de espera, algunos nudos empiezan a aflojarse, al mundo le fallan las tuercas y cuando parecía que todo seguiría igual, se desiguala. Hay trámites y consignas pendientes, expedientes e incidentes que renovar... y yo sacando fuerzas ya no sé de dónde pero no puedo aflojar. Hoy volvieron a decirme "admirable" y creo que comenzaré a creérmelo, porque sostener este gran universo que sigue bifurcándose y todavía tener ganas de jugarme una partida de back gammon con mi amor, cuyo esfuerzo mental lo motiva y el movimiento de las fichas ha desaparecido sus calambres, a mí me admira de mí.
Lu*
Eres admirable paisana.. Si que siii! Saludos! Edith
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