27 dic 2011

"No paniqueen buitres de turno"...


Ayer por la mañana veía por TV, la irresponsable cobertura de medios irresponsables sobre una persona a quien "mataron para sacarle los órganos". Habiendo pasado todo lo que he pasado, tengo la calidad moral para indignarme ante el tratamiento y la estupidez de los pseudo periodistas que llenan los espacios televisivos con mentiras. Quiero aclarar que en Argentina existe un complejo sistema de DONACIÓN de Órganos, nadie que no deba ser trasplantado según su lugar en la "lista de espera" es trasplantado (por más que nos deseperemos, es así y es la única manera de garantizar una oportunidad para todos). Por qué esperamos tanto? Porque mucha gente sigue sin donar, porque noticias como la de hoy tiñen de mentira y miedo las conciencias de quienes no están informados.

En Argentina, no se compran órganos, ni se implantan (como sucede en las películas yanquis) órganos de quien se suicida para donar a un familiar; hay un exahustivo proceso para, una vez declarada la muerte irreversible a una persona, se proceda -sólo si la persona o la familia conciente- a la ablación (extracción de los órganos), después de haber luchado por salvarle la vida, a nadie dejan morir para salvar a otro... Ahí comienzan los análisis de compatibilidad que comienza con el tipo de sangre, sexo, tamaño y un sin número de factores a ser tomados en cuenta para que el sistema nacional determine quién será el receptor (no es chiflar y hacer botellas...)

Los hospitales en donde se practican los trasplantes, son de extrema complejidad y tecnología e punta, los cirujanos y especialistas, lo mejor en la materia, reconocidos a nivel internacional. Implantar un órgano no es poner una prótesis, no es sacar una muela, se requiere sapiencia y experiencia, ningún experto se jugaría la carrera por unos cuantos pesos. Además están los controles, los hospitales que realizan dichos milagros, están celosamente vigilados por las autoridades para que, como ya lo expresé, el "reparto", se haga con la mayor trasparencia y equidad; el Estado paga el 80% y el resto la Obra Social o Prepaga. La medicación es en extremo costosa (¡podríamos comprar un 0 km cada mes!), misma que no está a la venta, misma que requiere de un subsidio nacional, así como un plan social para su entrega, mediante una carpeta que incluye historia clínica firmada por un profesional en hoja membretada por el hospital, con teléfonos de contacto para cualquier cuestionamiento o duda.

Dicho ésto, y rogando que nadie con intención de donar se haya echado para atrás por las tremendas abominaciones que escuché ayer por la mañana, les pido: DONAR, como siempre les he dicho, hoy un caso para ustedes tienen nombre y apellido, saben del dolor del que espera, del que acompaña, de la angustia en esta pelea por la vida, que en éste caso, con suerte y con demasiadas almas girando alrededor, fue ganada. Miles esperan un órgano para seguir aquí: El padre, la madre, hermano, esposo, hijo de alguien. Yo jamás pensé pasar por ésto, como seguramente ninguno de ustedes se lo imagina, pero aquí estoy, hablándoles de esta experiencia que marcó mi existencia. Deseo desde el fondo de mi corazón que jamás tengan que pasar por ésto, pero si les toca, deseo de todo corazón que alguien más haya pensado en ustedes, tal como ustedes lo hacen por los demás. Yo soy donante, está inscripto en mi documento, lo sabe mi esposo, mis padres y todo aquel que me conoce desde hace mucho tiempo. En sus manos está la vida de muchas vidas.

Digan SI a la donación de órganos. Y gracias una vez más, y eternamente, a quien me regaló una 2a oportunidad con ese hombre tan maravilloso que es mi esposo... Gracias a nuestro ángel, gracias a su familia. En esta navidad, en este año nuevo, en las fiestas que vendrán, en los próximos cumpleaños y proyectos por realizar, siguen viviendo... Gracias!


Lu*

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